Se prevé que la Gerencia de Urbanismo declare el estado de ruina del estadio de manera oficial en su reunión del próximo jueves, en una decisión que resuelve el expediente iniciado por el consistorio el pasado noviembre, según ha informado el Ayuntamiento de Palma en un comunicado.
La resolución del expediente se basa en un dictamen pericial elaborado por los técnicos del Servicio de Protección de los edificios e Inspección Técnica de Edificios que concluye que reparar o rehabilitar el Lluis Sitjar podría costar el doble del valor actual del estadio.
La declaración de ruina tendrá como consecuencia la demolición del estadio después de que se tomen previamente medidas cautelares de forma inmediata, según ha anunciado el consistorio.
Las medidas cautelares lasa deben de ejecutar los propietarios de forma inmediata, en cuanto reciban la notificación de la declaración de ruina.
Según el Ayuntamiento, en el plazo de un mes han de llevar a cabo el desalojo de las personas que se puedan encontrar en este momento ocupando de forma irregular del estadio, tapiar los agujeros en la fachada para impedir los accesos a su interior, reconstruir el muro de cerramiento de la zona oeste y sujetar la barandilla exterior.
En cuanto al derribo, los propietarios del estadio Lluis Sitjar tendrán dos meses para hacer un proyecto de demolición e iniciar las obras, una vez recibida la notificación del acuerdo. Comenzadas las obras, deberán estar listas en cuatro meses más.
Si los propietarios no cumplen voluntariamente esta decisión, el Ayuntamiento de Palma procederá de forma subsidiaria la ejecución de la demolición, cuyo coste deberán asumir los dueños del estadio.
Los técnicos han detectado que, debido a la humedad y falta de mantenimiento, la estructura del estadio presenta patologías de fisuras o pérdida de hormigón así como corrosión expansiva de su armazón.
Por todo ello, hay una pérdida de la capacidad portante de los elementos estructurales. Igualmente, la zona de las gradas y el foso perimetral del campo presentan, a consecuencia de la humedad, desprendimientos y partes de hormigón reventadas, y en algunos casos hundidas.
Se han presentado un total de ocho alegaciones al expediente iniciado por el Ayuntamiento de Palma, una del Real Mallorca y otras siete de particulares, tres de las cuales cuestionan la declaración de ruina y las otras cinco aspectos jurídicos relacionados con la tramitación del expediente.
La decisión de iniciar el expediente de ruina que ahora ha concluido se adoptó a raíz de un informe inicial elaborado por los técnicos del Servicio de Protección de los Edificios y ITES el pasado mes de octubre, en el marco de un expediente incoado a consecuencia de denuncia policial y otra particular, ambas de julio, además del incendio ocurrido el 31 de agosto.
Según el consistorio, todos estos hechos pusieron de manifiesto el creciente riesgo de seguridad y salubridad que se derivan de la degradada situación del Lluis Sitjar.
El consistorio ha remarcado que el progresivo deterioro del estadio preocupa a la institución pero también a vecinos y comerciantes de la zona, además de al Real Mallorca, que puso de manifiesto al consistorio en marzo de 2009 el estado de riesgo y peligro del estadio.