RAQUEL GALÁN. PALMA El Real Mallorca ha cambiado de opinión sobre la demolición del antiguo campo de fútbol del Lluís Sitjar. Tras las críticas y las alegaciones a la decisión de Cort respecto a declararlo en ruina, ahora el club deportivo afirma: "Nos gustaría demolerlo de forma inmediata", tal como respondió ayer el responsable de Patrimonio del Mallorca, Biel Cerdà, a una de las vecinas de es Fortí que viven justo enfrente del deteriorado campo. El portavoz del club se reunió con más de un centenar de residentes de dicha barriada y otras cercanas para explicarles el proyecto de la sociedad anónima respecto a construir un nuevo campo y un centro comercial en el antiguo Lluís Sitjar.
Detalló que quieren "volver al Sitjar" porque ahora tienen "un campo que es un estadio y no crea ambiente ni comunicación. Los jugadores se sienten solos. Los aficionados no vienen porque no es motivador. Necesitamos un campo de fútbol sin pistas de atletismo al lado", según sus palabras.
Sobre el nuevo proyecto en es Fortí, explicó que, desde que el Mallorca se fue de allí, "el barrio se ha ido deteriorando, ya que el campo era un motor económico para la zona". Si vuelven, dicen que se crearán "2.500 puestos de trabajo de forma directa". Las preguntas de varios asistentes hicieron referencia al volumen que ocupará el nuevo estadio, ya que les quitará las vistas, y al problema de aparcamiento que se producirá en la zona. "Hemos proyectado un aparcamiento de 3.500 plazas, repartidas entre el estadio, el centro comercial y los residentes, que podrán tenerlas en alquiler o compra", especificó el portavoz del Mallorca.
Piden recalificaciones
El proyecto que ayer presentaron a los vecinos fue dado a conocer públicamente el 11 de marzo. Desde entonces, la dirección de la sociedad anónima se ha ido reuniendo con todos los partidos políticos que concurren a las elecciones para explicarles dicha propuesta. Para que pueda salir adelante, el Real Mallorca y los otros propietarios del antiguo estadio necesitan entre 150 y 20o millones de euros y, además, que el Ayuntamiento que surja tras los comicios municipales esté dispuesto a recalificar un solar de 32.000 metros cuadrados anexo al Sitjar. Como contrapartida, crearían "44.000 metros de zona verde y espacios públicos sobre la cubierta del centro comercial", que tendría una extensión de 104.000 metros.
Asimismo, se comprometen a construir un edificio de 8.000 metros cuadrados y otorgarlo a la barriada y al Ayuntamiento para que lo destine a equipamientos, como por ejemplo una piscina cubierta, pistas de pádel, varias salas polivalentes para que se reúnan los vecinos, etc.
El responsable de Patrimonio no indicó en ningún momento de dónde pretende el Real Mallorca obtener los hasta 200 millones que calculan que necesitan. En marzo dijeron que había capital privado interesado, aunque no desvelaron quiénes.
Si finalmente el Mallorca se trasladase al Lluís Sitjar, el club de fútbol tiene una propuesta sobre el futuro del estadio de Son Moix: demoler tres de sus cuatro gradas para construir allí pistas de tenis y pádel, aprovechar el campo de fútbol o habilitarlo como campo de rugby, y mantener la pista de atletismo con la grada de la tribuna, que permite albergar unos 8.000 espectadores. "Sería una manzana deportiva integrada en la zona de las piscinas de Son Moix", explicó el representante del Mallorca. Sin embargo, el estadio de Son Moix es municipal, por lo que es el Ayuntamiento el que debe decidir cuál será su futuro si el club se marcha.
Durante el encuentro con los residentes, se proyectó un vídeo en el que se podía ver el estado actual de degradación del Lluís Sitjar contrapuesto a imágenes de recuerdo de sus días de gloria, hace más de una década. En la segunda parte de la proyección se mostraron imágenes virtuales de cómo quedaría el nuevo campo de fútbol que pretenden levantar, bajo el lema Lluís Sitjar, el nou cor de Mallorca.
Además, los directivos del club de fútbol quieren "que no se use sólo dos horas cada 15 días, sino que se convierta en un estadio multifuncional, que se le pueda sacar provecho todos los días de la semana", ya que se encuentra en un barrio "muy céntrico, pero que ha quedado marginado a nivel comercial y de servicios".
Vídeo la presentació