Dos caras del cauce de sa Riera. UH 03/06/2022

Aquí teniu un reportatge del diari Ultima Hora damunt el torrent de sa Riera on es pot veure la diferencia d’una part a l’altre al seu pas per el pont de les avingudes.

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Dos caras del cauce de sa Riera a su paso por Palma
Sa Riera, desde el puente de las Avenidas hasta el mar, nada que ver con la que llega a dicho puente
Sa Riera
Barandillas de sa Riera desde el puente de Avenidas hasta su desembocadura. | Click
Click | Palma | 03/06/2022
Nunca entenderemos, y si es porque somos muy tontos, que venga alguien y nos lo explique, por qué una parte de sa Riera a su paso de Palma –concretamente, el último tramo, entre el puente de las Avenidas y el mar- es bello, mientras que el otro –desde dicho puente en dirección a Parc de sa Riera-, está tan descuidado y, en según qué tramos –altura del cementerio-, bordeado de chabolas, cada vez más numerosas… ¿Y por qué eso es así…? ¿Acaso los vecinos de uno y otro lado no tienen los mismo derechos a que sa Riera sea igual para todos? Pues por lo que vemos, no. No lo tienen. Basta, sino, con que os deis un paseo por allí.

Veréis que en la recta final hay plantas, palmeras, cipreses, tierra fresca… Mientras que en el otro tramo, lo que hay son hierbajos resecos, unas pocas flores asilvestradas, algo de basura camuflada entre ellas, tierra seca, pintadas en las paredes, y más pintadas por donde sea… Lo que en buenas palabras se denomina abandono total.

Barandillas cutres y bastante deterioradas hasta el puente de las Avenidas.

Ni las barandillas son iguales

Y es que está claro que este tramo está completamente abandonado, dejado de la mano de ‘a quien corresponda’. Porque hasta las barandillas que lo limitan nada tienen que ver entre ellas. Lo decimos porque las del tramo final, son, en parte, grupos de decorativas barras de hierro pintadas de negro, separados por columnas de cemento, mientras que las del otro tramo las forman paredes descascarilladas y semirrotas, y en según que trozos, como hemos dicho, con pintadas… Todo muy en consonancia con el vecino Parc del Canòdrom, en el que a cada día que pasa los hierbajos dejan menos a la vista su mobiliario urbano y la zona de juegos.

Curso de sa Riera desde el puente hacia el Canòdrom.

En cambio, desde el puente hacia el mar, es otra cosa, ¿no?
¿Castigados…?
¿Cómo es posible –insistimos- que sa Riera, en su recorrido por Palma muestre imágenes tan distintas? ¿Acaso los palmesanos que viven en su parte más deteriorada están castigados por algo, y no lo saben? Lo decimos por ese tramo, por el citado Parc del Canòdrom, y por el Velódromo de Tirador, en el que corrieron los mejores ciclistas del mundo, convertido hoy en pura ruina y habitáculo de okupas. ¡Vergonya, cavallers, vergonya!